lunes, 13 de agosto de 2007

demain de l'aube

Hay algo que tengo que hacer. Y no será fácil. Tengo que dejar a quien soy para ser otra cosa. La idea del tiempo me asalta. Los números me calman. Siempre ha sido así.

En la deriva, en la sucesión de la determinación, en la variación continua, en la oscilación y el vértigo, hay un deslizamiento hacia otra cosa.
Nada puede llegar de afuera. No habrá sorpresas. Al menos por un tiempo.
Entretanto disolver. Y sé que llevará años. Un ciclo quizás, seis o siete años. Pero la decisión ya me ha tomado por completo. Mañana partiré. Sin escepticismo, sin dudas y con pena por lo que ya no será.

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