domingo, 16 de marzo de 2008

Además

Desconoce y avanza. Cuando encuentra un lugar seco,
se humedece y sus pies chapotean.
Ya no siguen una línea ni un ritmo.
Espectan en la colina y arrastran tierra.
Una huella es más que un recuerdo.
Un surco activa la herida, llama a las cicatrices.
Los ojos beben el agua de estanque para el caballo y el pájaro.
Los que cuidan las señales leen en el vientre
el calor de lo que se cuece y madura.
Sin que lo notes, arrastran las secreciones que empujan tu pupila.

Tráfico

Al fin llega un costado
donde almacenarse junto a los granos.
La felicidad cruje como cubitos de hielo
eyectados de la cubetera.
“No sé si esto va hacia atrás o adelante.”
“No sé si hay que enfriar o descongelar.”
En los supermercados todo es artificial.
Pero las luces ayudan como en el parking.
No deberíamos dejar que el pasado y el presente
se suspendan.
-Perdón, me han sorprendido en la intersección.
“Que no nos expliques, por favor”
gritan los pasajeros.
“Yo muero de nostalgia por lo que ya no será”
se lamenta el conductor del minibus.

partículas
En la vidriera veo vísceras. Es un sueño extraño.
Maquinaria y colágeno.
Todo a un precio razonable.
Pero cuando atravieso paredes,
protejo mi cabeza y entro en
habitaciones amatorias y oscuras.

Y ninguna llave sirve
porque las paredes no tienen cerraduras.
Se entra y se sale así, cuidando la cabeza.
Nadando con los pies.
Así, al fin, me he encontrado.

tu pelo
Recuérdalo, cuando resueñes palabras que no existan,
voy a lamerte por completo.
Voy a limpiarte y pegarme a tu pelo.
Ahora tus palabras me son tan familiares
que no me sueltan (amamos la repetición y el “deja vu”).
Sin embargo te lo digo, cuando perviertas mi lengua,
tendré que llenarme de ti,
y aparecer siendo otra.

2 comentarios:

luks dijo...

otra vez felicito tu escritura
celebro leyendola

saludos

Soledad Gonzalez dijo...

Me gustaron tus blogs. Saludos