lunes, 24 de marzo de 2008

Vamos en esa dirección

Se fue el verano, quedó esta tristeza.
Va y viene.
Se estira el misterio sobre la mesa.
En este corazón trota un caballito.
Praderas extrañas.
El clima parece selvático.
Nuestra respiración calienta.
Arden las estrellas, suenan las piedras.
En este río se arrulla el futuro.
Mojemos nuestros pies y que beba el caballito.
Adiós, adiós, saluda una mano,
entre cañas y plumeritos
Quise decir quédate conmigo.
Otra vez, la melancolía.
No tiene cara pero huele a tierra mojada y a pasto
Tenemos un largo camino ¿no es cierto?
Vamos en esa dirección vadeando el río
y tus manos, allá lejos.

domingo, 16 de marzo de 2008

Además

Desconoce y avanza. Cuando encuentra un lugar seco,
se humedece y sus pies chapotean.
Ya no siguen una línea ni un ritmo.
Espectan en la colina y arrastran tierra.
Una huella es más que un recuerdo.
Un surco activa la herida, llama a las cicatrices.
Los ojos beben el agua de estanque para el caballo y el pájaro.
Los que cuidan las señales leen en el vientre
el calor de lo que se cuece y madura.
Sin que lo notes, arrastran las secreciones que empujan tu pupila.

Tráfico

Al fin llega un costado
donde almacenarse junto a los granos.
La felicidad cruje como cubitos de hielo
eyectados de la cubetera.
“No sé si esto va hacia atrás o adelante.”
“No sé si hay que enfriar o descongelar.”
En los supermercados todo es artificial.
Pero las luces ayudan como en el parking.
No deberíamos dejar que el pasado y el presente
se suspendan.
-Perdón, me han sorprendido en la intersección.
“Que no nos expliques, por favor”
gritan los pasajeros.
“Yo muero de nostalgia por lo que ya no será”
se lamenta el conductor del minibus.

partículas
En la vidriera veo vísceras. Es un sueño extraño.
Maquinaria y colágeno.
Todo a un precio razonable.
Pero cuando atravieso paredes,
protejo mi cabeza y entro en
habitaciones amatorias y oscuras.

Y ninguna llave sirve
porque las paredes no tienen cerraduras.
Se entra y se sale así, cuidando la cabeza.
Nadando con los pies.
Así, al fin, me he encontrado.

tu pelo
Recuérdalo, cuando resueñes palabras que no existan,
voy a lamerte por completo.
Voy a limpiarte y pegarme a tu pelo.
Ahora tus palabras me son tan familiares
que no me sueltan (amamos la repetición y el “deja vu”).
Sin embargo te lo digo, cuando perviertas mi lengua,
tendré que llenarme de ti,
y aparecer siendo otra.

lunes, 10 de marzo de 2008

como en la radio

Deja de extenuarse.
Arroja parte de su ropa al río, invierte en actividad,
abre el cobertizo para los animales, ejercita las pantorrillas.
Camina sobre la hierba crispada por el otoño.
No está buscando respuestas, sólo escucha la radio.
Adentro del cobertizo el mundo parece caliente, pero tumultuoso.
Afuera, ni siquiera los incendios apagan el frío.
Sabe que sus manos llegaron a la edad madura y que el amor se enrarece.
Vienen otros, detrás suyo, horizontes y estaciones.
Sólo salir un rato. Después música, después ruido
Solamente un rato. Como la radio.

domingo, 9 de marzo de 2008

mis sentimientos

He sentido el poder deseante del que no está,
el absorbente del que se diluye,
la implacable irradiación del que se sustituye.
Otra cosa.
Me miro en la situación, no logro frotar mi espalda sobre lo echado de menos.
Me arrojaría en estos brazos porque adoro arrojarme.
Salgo de mí (puntos suspensivos)vuelvo a mecerme en esta aparición. Soy yo.
Es de repente, en la tenue sensación de este amor,
otra vez, aparecen lo inmóvil, cada final de año y ese estado mineral de mis sentimientos
Todo está ahí, entre párpados y en los pliegues de tu ropa.